Y es que la sociedad en la que vivimos hace que seamos seres prejuiciosos, pero ¿realmente es necesario etiquetarlo todo?
A mí sinceramente me parece algo absurdo, porque cada quien tiene su forma de ser, y tendemos a etiquetar a las personas que son diferentes a nosotros, y es que pareciera que cualquier diferencia, aunque sea la más mínima es un punto de discrepancia entre dos personas.
¿En qué clase de sociedad vivimos? ¿Tan aburridas o vacías están nuestras vidas como para que lo critiquemos todo?
Si una niña juega con cochecitos es "una marimacho", y si un niño juega con muñecas "está jugando a un juego de niñas".
Las personas que juegan a videojuegos son "unos frikis".
A las personas delgadas inmediatamente se las tacha de anoréxicas y a las que tienen un poco más de peso de "gordas".
Si eres bajo porque eres bajo, lo mismo que si eres alto.
Y así una larga lista, una lista que por desgracia no termina...
Eso son prejuicios y etiquetas y hacen daño... Mucho daño...
Porque las palabras hacen daño, y más si son dichas con esa intención.
¿En qué nos estamos convirtiendo? ¿Por
qué cada vez somos más crueles?
Y lo peor de todo esto es que nos damos cuenta, y lo hacemos a cosa hecha.
Yo soy partidaria de un mundo sin etiquetas, en el que haya diversidad y haya RESPETO, un mundo en el que nos ayudemos unos a otros, en lugar de machacarnos, porque al fin y al cabo todos somos personas.
Así que dejemos las etiquetas para los alimentos, para la ropa... Pero JAMÁS para las personas.
Les invito a que reflexionen sobre este tema, y les agradecería que dejen abajo sus comentarios.
Un saludo, Alba.
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